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viernes, 15 de abril de 2016

SANTA MARIA LA MAYOR

La Basílica de Santa María la Mayor, situada en la cumbre de la colina del Esquilino, es una de las cuatro Basílicas papales de Roma y es la única que ha conservado la antigua estructura paleocristiana. Una tradición muy antigua nos cuenta que fue la Virgen  quien inspiró la construcción de la iglesia en el Esquilino, es decir, el lugar en donde Ella quería que se realizará a su morada: apareció en un sueño al patricio Juan y al Papa Liberio, pidiéndoles la construcción de la iglesia en su honor, en el lugar que Ella indicaría milagrosamente. La mañana del 5 de Agosto la colina del Esquilino apareció llena de nieve; el Papa definió el perímetro de la nueva iglesia y Juan se ocupó de la financiación. De la iglesia original nos queda tan sólo un paso del Liber Pontificalis en donde se afirma que el Papa Liberio "Fecit basilicam nomini suo iuxta Macellum Liviae". En la recientes excavaciones no se han encontrado nada de la antigua construcción pero se han encontrado el magnífico calendario del siglo II - III    d. C. y los restos de paredes romanas, sólo en partes visibles y que se encuentran en el museo. El campanario de estilo románico renacentista, mide 75 metro de altura, es el más alto de Roma y fue construido por Gregorio XI. Tiene cinco campanas pero una de ellas se le llama “la perdida” que llama a los feligreses a las nueves de la noche todos los días con un sonido que no puedes confundirlo.

Puntos de interés de la basílica

El gran tesoro de Santa María Mayor son los mosaicos paleocristianos del siglo V: el principal se encuentra en el Arco de triunfo, y contiene escenas de la vida de la Virgen y de Cristo niño.
También son de época romana los 27 pequeños paneles bajo las ventanas de la nave central, con escenas del Antiguo Testamento. El gran mosaico del ábside, en cambio, es ya de época medieval (siglo XIII).
La basílica albergó desde su inicio una Gruta de la Natividad, que recreaba el lugar del nacimiento de Cristo (del mismo modo que Santa Croce in Gerusalemme recreaba el Calvario). En el siglo VII se depositaron en esta gruta las famosas reliquias del Pesebre, traídas de Tierra Santa, que todavía se exponen en la cripta de la confesión, junto al altar. En este plano tiene señalados los puntos de especial interés:

1.Mosaicos paleocristianos (s.V).
2.Paneles con mosaicos del s.V.
3.Mosaico del ábside (s.XIII), realizado por el gran maestro Jacopo Torriti
4.Capilla Sforza, última obra diseñada por Miguel Ángel, muy apreciada por los estudiosos por sus líneas que anticipan el Barroco.
5.Capilla Sixtina (Sixto V). Realizada a finales del Renacimiento en un estilo sobrerecargado.
6.Capilla Paulina (Pablo V). Realizada 25 años después, con arquitectura gemela a la Sixtina, pero en estilo barroco.
7.Reliquias del pesebre.
8.Tumba de Bernini, apenas visible en el primer escalón del presbiterio
9.Techo: según parece, fue dorado con el primer oro traído de América, siendo Papa Alejandro VI Borgia
10.Acceso al Museo de la Basílica. Conserva el nacimiento de Arnolfo di Cambio (s.XIII), realizado para la antigua Gruta de las reliquias del pesebre.

Fuera de la Basílica, en la Plaza, la columna que sostiene la imagen de la Virgen es de época romana: pertenece a la Basílica de Majencio, del Foro Romano.

Respecto a la fachada, lo más interesante es el campanario medieval, uno de los más elevados y elegantes de Roma.

El día 5 de agosto, fiesta de la Virgen de las Nieves, en la Misa Solemne de la mañana, celebrada por el cardenal titular, una lluvia de pétalos blancos conmemora el milagro de la nieve.

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